¡Hola familia!. Hoy os traemos una historia de reflexión acerca del miedo. Deja tu reflexión en los comentarios 😀

Cuando los Vikingos invadieron Francia en el 845, derrotaron con facilidad a todas las tropas que les envió el Rey Luis.
Como el ejército del Rey tenía una ventaja de 10 a 1, entre los Francos corrió el mito que los Vikingos no conocían el miedo.
-Claro que conocemos el miedo, dijo el jefe Ragnar, solo que no lo fomentamos. El miedo lleva a la servidumbre, la obediencia y la esclavitud, que es un destino mucho peor que morir en batalla. Nosotros no adoramos a un jefe, es uno más, elegido momentáneamente, discutimos todo en asambleas, y nuestras mujeres son libres.
Hace 6000 años los manipuladores descubrieron que el miedo servía para esclavizar a las personas, y comenzaron a fomentarlo. Ni siquiera debía ser un miedo a algo tangible, es más, mejor que no lo fuese. Tanto servía el miedo a un demonio, a un dios vengativo o a un universo perverso.
El miedo hizo que 150.000 egipcios agotaran sus vidas arrastrando piedras de 12 toneladas por el Sahara, para construir la Gran Pirámide. ¿Quién se los ordenaba? Un Faraón, sus ministros y dos arquitectos. No más de 14 personas.
El miedo hizo que padres entregaran a sus hijas para ser quemadas por brujas, o a sus hijos para ser sacrificados en un altar, o en las trincheras de Verdún.
A veces hubo gente que no se sometió, en el año 1000 un grupo de jóvenes de la Isla de Bora Bora se cansó de los sacrificios humanos que habían convertido el paraíso en un infierno.
- Si no les gusta, váyanse, inadaptados, les dijeron riendo. ¿A dónde iban a ir?. Pues cargaron un barco con comida y animales y se hicieron a la mar. Los van a matar las tormentas, los tiburones, la sed, les gritaron. Navegaron 22 días sin saber adonde iban, hasta encontrar unas islas deshabitadas a las que llamaron Hawái.
Antes de bajar se prometieron que nunca más habrían sacrificios, que si alguien quería honrar un dios, que lo haga con flores. Incluso a un grupo se le ocurrió que una buena manera de hacerlo era cortando tablas y usándolas para pararse en ellas y barrenar las olas
¿Qué piensas acerca de esta reflexión?
¡Te leemos en los comentarios!

1 Comment

  1. Debbie Cabrera on October 30, 2020 at 6:34 pm

    Yo he aprendido que hay 2 tipo de miedo, el que aplasta y el temor piadoso, este último es que sientes cuando estás fallando a tus principios, a la vida, al amor propio, a los que amas, o al ser o fuerza superior, un miedo de desagradar. Sinceramente este no me parece mal. Malo el otro que hace que no quieras desencajar de la sociedad, ese que te dice que tienes que ser un “cabrón” si quieres triunfar en “la vida”, ese que no te permite ser tu mismo, ese que no deja salir de tu zona de confort, ese que no te deja romper barreras absurdas de tu infancia quizá. Yo muchas veces tengo miedo de haber encontrado la oportunidad de mi vida y no ser buena para ello, tengo miedo a veces de grabar un vídeo… Y ahora voy a apapacharme y hacerlo con miedo, pero miedo de que en el futuro volteé a ver con arrepentimiento no haber hecho esa llamada, ese vídeo, esa página, ese curso, esa oportunidad que me permita cambiar mi historia.

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